Anamín Santiago proyecta el lado humano de Ana G. Méndez
La actriz y dramaturga participa en el proyecto Autógrafo.TV desde dos perspectivas distintas.
Por: Rosalina Marrero-Rodríguez
Fotos y video: Vanessa Serra Díaz
Tras cada una de las interpretaciones de los personajes históricos que conforman la colección Autógrafo -que origina el proyecto Autógrafo.TV-, hay una mente creativa que estudia y propone distintas ópticas de los hombres y mujeres que dejaron huellas desde tiempos remotos en diversos espacios profesionales.
A la actriz y dramaturga Anamín Santiago le corresponde esa tarea. Comenzó a trabajar casi desde el origen de los documentales junto con historiadores que complementaron su proceso de traer de nuevo a la memoria colectiva a una selección de figuras sin olvidar que, más allá de sus aportaciones y obras, eran seres humanos con situaciones comunes.
“Escribí monólogos realistas, donde traía un momento dramático históricamente posible. ¿Qué hubiera dicho consigo misma Nilita Vientós Gastón cuando iba a las vistas? ¿Qué conversación hubiera tenido Doña Fela con Luis Muñoz Marín para impulsar sus centros de cuido?”, expuso la artista sobre la idea detrás de las historias dramatizadas.
Para esta cuarta etapa de Autógrafo, Santiago no solo se reintegra como guionista de los breves documentales, sino que también realiza lo que desde el inicio fue uno de sus anhelos: Representar a alguna de las personalidades históricas, en este caso a la educadora Ana G. Méndez (1908-1997), fundadora del sistema universitario que lleva su nombre.
“Siempre se contrataron actores para diferentes proyecciones de Autógrafo y siempre quise trabajar como actriz, pero estaba calladita, pues no me tocaba… Entonces me ofrecieron a Ana G. Méndez, que es de las personas que conozco a través de Autógrafo, porque sí soy de Caguas y sé del sistema Ana G. Méndez, mi mamá es producto de lo que ella hizo, tengo que reconocerlo. Pero con ella, al igual que otros, pude ver su trayecto como ser humano y cómo puede capitalizar lo que ella vivió como mujer que se casa y tiene que estudiar de noche, y cómo creó una empresa para mujeres igual que ella”, detalló Santiago, transformada físicamente en la aguadeña, recordada por su visión y tenacidad en el campo de la educación.
El primer ejercicio que realizó para encaminar su interpretación fue desconectarse de la realidad de ser una egresada de la Universidad de Puerto Rico “para entrar en los zapatos de Ana G. Méndez”, compartió. “Entonces decidí escuchar a sus hijos (tuvo tres, Dora, Grecia y José). Entré en esa intimidad de la cual ellos hablan en el Autógrafo; ese momento crucial de 1968 al 70 cuando ella se tira para mi pueblo Caguas y decide adelantarse a las empresas que estaban desarrollando y quedarse con ese trozo de la finca que originalmente se llamaba Santa Juana”.
Para el pódcast por estrenar, Autógrafo al día, la audiencia observará a Méndez sosteniendo una conversación con su hijo, en su intento de convencerlo para levantar lo que hoy día se conoce como la Universidad Ana G. Méndez.
“Me inventé esa conversación donde el hijo se resiste, porque era un riesgo empresarial y como sabía que ella era una soñadora, porque era una de esas personas que dormía, veía algo y era vidente, entonces dije, ‘Por ahí es que me voy’”, adelantó del trabajo que pronto se verá a través de la pantalla de la televisión.
Santiago resaltó el valor de este proyecto de documentación, particularmente para la niñez y juventud que se forman en las escuelas con la necesidad de conocer a quienes les antecedieron.
“Yo quisiera que hubiera más marcos teóricos, pero uno de los aciertos es que te contamos y te damos muchos datos sobre estas personas. Entonces, te invitamos a ese orgullo de saber quién es tu gente y nos permite hacerle ver a los adolescentes y a los adultos también, que tenemos gente que han sido campeones mundiales en sus áreas, y creo que eso tiene una aportación para fortalecer nuestra estima; saber que existió ese Sixto Escobar, ese Hiram Bithorn, esa Doña Fela, y con tanta comunicación que tenemos con tantos países a través de las redes, creo que nuestros muchachos y muchachas nos lo están agradeciendo porque las juventudes de otros países hablan de sus próceres como si fueran sus hermanos, así que nosotros estamos llenando ese vacío”, puntualizó la también investigadora.
Ana G. Méndez fundó el Colegio Universitario del Turabo en 1972, el primero de los 12 centros educativos (ocho en Puerto Rico y cuatro en Estados Unidos) bajo las siglas UAGM. Falleció en 1997.
Este artículo es parte del pódcast “Autógrafo Al Día”, del proyecto Autógrafo.TV, producido por Astra Studios.