Dos voces para la canción romántica, cada una en épocas distintas y con estilos muy particulares, pero ambas poderosas desde el escenario: Myrta Silva (1923-1987) y Michelle Brava (1975).

Por: Rosalina Marrero-Rodríguez

Fotos y video: Vanessa Serra Díaz

Mirarse en el espejo de la legendaria arecibeña para interpretarla en el pódcast por estrenar Autógrafo al día se convirtió en un acto de agradecimiento por parte de Michelle Brava al valorarla por todas las aportaciones que legó para otras mujeres en la música popular romántica.

Silva se inició a temprana edad en la interpretación y prontamente se convirtió en una promesa para la música, no solo desde la voz, sino como instrumentista. Más adelante su nombre resonó además como compositora, productora y presentadora de radio y televisión. Su carrera despuntó con fuerza desde la ciudad de Nueva York -donde se radicó-, hasta Argentina, donde fue reconocida por la RCA de ese país como una de las artistas que más vendía entre los años 1947 y 1949, según reseña la Fundación Nacional para la Cultura Popular.

Desde su esencia de mujer y apasionada de la música, Brava agradece la bravura de su antecesora en defender su talento en espacios que eran dominados por hombres, incluida la ejecución de la percusión.

“Su valentía de ser genuina, de no vivir tratando de encajar con los estereotipos, sino de ser ella dondequiera que se parara, de luchar por su lugar, presentarse como tiene que ser, y por abrir puertas”, destacó Brava de la vocalista que, siendo adulta, lloró su salida de la pantalla de la televisión puertorriqueña para tener que establecerse nuevamente en la Ciudad de los Rascacielos.

“Por ese programa de televisión que ella dice que era muy avanzado para la época, perdió de las cosas más importantes, que era estar aquí en su tierra”, agregó la también cantante, intérprete de la actuación y coach vocal. “Llegó a sacrificar mucho al no estar en Puerto Rico, por cumplir un sueño, por seguir abriendo puertas, por quizás pelearse con la gente que quería que cambiara su forma de ser o fuera como la sociedad lo pidiera, y creo que ahí es que está el legado de ella. Las personas que son rebeldes y que se van a veces en contra de lo que está establecido para abrir pasos, son personas que dejan huella, dejan un legado maravilloso”, sostuvo.

Brava incluyó en el repertorio de su álbum “Alma mía” el tema “Qué sabes tú”, uno de los éxitos de la carrera de Silva en la composición, al igual que “Tengo que acostumbrarme”, “Juguetes del destino”, “Aunque se oponga el mundo” y “Yo quiero volverme a enamorar”, entre otros.

“Cuando canto la canción, cuando escucho la canción, pienso mucho en la interpretación de personas como Myrta, que cuando cantan cuentan historias y te cantan con el corazón en la garganta, y me parece que a la hora de cantarla, tengo esa visión de que tengo que cantar esta historia, que no es cantar bonito y ya, sino cantarla con esa fuerza”, compartió la solista. “La letra es espectacular. Le está diciendo a su pareja, tú no sabes nada de la vida, no sabes nada del amor, no sabes lo que es llorar por no tener a tu persona al lado. La melodía también me fascina. Soy muy bohemia. Me encanta la salsa, pero si me preguntas qué me mueve el alma, son los boleros”.

“Esta música (bolero), no puede morir. El bolero es tan lleno, las letras, la música, las melodías, es tan completo, que es algo que tenemos que seguir inculcando y que la juventud la escuche”, puntualizó Brava.

Myrta Silva regresó a laborar en la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública (WIPR) hacia el final de la década de 1970. Trabajó en espacios dedicados a la música y sus compositores, a lo que le dedicó la vida. Murió el 2 de diciembre de 1987.

Este artículo es parte del pódcast “Autógrafo Al Día”, del proyecto Autógrafo.TV, producido por Astra Studios.

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