Lola Rodríguez de Tió en el exilio
A mis cantares (extracto)
Por eso es que tanto quiero
Los cantares de mi patria,
Ya me anuncien desengaños!
Ya me anuncien esperanzas! -Lola Rodríguez de Tió
Noviembre es el mes de los Estudios Sociales, ideal para viajes educativos y experiencias de campo para nuestro estudiantado, a través de los cuales enriquecerán sus notas. Un viaje educativo que podría impactarles sería llegar hasta el pueblo de San Germán, el segundo poblado de mayor antigüedad en Puerto Rico.
La Villa de San Germán fue fundada en 1510 y tuvo como primer casco urbano el Hospital de La Concepción, donde se encuentra la antigua Ermita de la Concepción, así también la Plaza de Armas y antigua Plaza del Rey, donde se ejercitaban las tropas españolas, además del Cuartel de Milicias o Casa del Rey. Estos patrimonios permanecen en pie, convirtiendo este casco es un museo abierto del cual el estudiante o la estudiante difícilmente podrá olvidarse. Allí también podrá conocer la Ermita de San Sebastián, el Puente de Bolas, donde se recibía a los invitados especiales, la alcantarilla donde comienzan los túneles subterráneos -hechos de ladrillo y piedra, en forma de bóveda-, construida por los españoles como desagüe y el museo de Arte Religioso Porta Coeli, que es la capilla del Convento Santo Domingo (ya desaparecido), construida de 1606 a 1607. El antiguo ferrocarril y muchas casas de insignes figuras de nuestra historia acompañan estas edificaciones, entre ellas la casa de nuestra poeta y líder separatista Lola Rodríguez de Tió.
De la Casa de los Ponce de León al extranjero
Ante una puesta de sol (extracto)
Si tuviera un pincel ¡oh patria mía!
para calmar del alma el hondo anhelo
¡con que tiernos colores pintaría
un arrebol de tu radiante cielo! -Lola Rodríguez de Tió
Los padres de Lola fueron Sebastián Rodríguez de Asturdillo y Carmen Ponce de León. Bautizaron a su hija como Dolores Rodríguez Ponce de León. Don Sebastián llegó a ser uno de los abogados fundadores del hoy Colegio de Abogados de Puerto Rico y como podrán imaginar, por la línea materna nuestra poeta heredó lazos con el primer gobernador de Puerto Rico, Juan Ponce de León. Los estudiantes podrán observar en San Germán la residencia donde habitó nuestra Lola antes de casarse con Bonocio Tió Segarra a los 15 años. Según informa el portal de museos de San Germán, la casa de la familia de Lola era herencia maternal, cuya estructura criolla pertenecía al neoclásico. Posee dos niveles construidos con mampostería y goza de un balcón volado acorde con la moda doméstica sangermeña. Ésta podría ser la vivienda más antigua de San Germán de uso ininterrumpido. Allí encontrarán la biblioteca, correspondencia y pertenencias de Lola.
En esta casa Lola recibió su primera educación, como mandaba la tradición del momento. Allí también se expuso a la impresionante biblioteca de su padre e impulsada por su madre leyó sobre historia, moral, religión, literatura hispánica, en especial a Fray Luis de León, cuya presencia se refleja en sus primeros versos. Es decir, esta casa con su apropiado ambiente fue sedimento importantísimo para la gran literata, poeta, mujer de palabra pública, periodista, educadora y revolucionaria, tanto en su país como en el exilio, que luego fue Lola Rodríguez.
La familia se muda a Mayagüez donde la adolescente Lola continúa sus estudios. Allí también conoció al periodista de ideología separatista, Bonocio Tió –nacido en Lajas-, con el que poco después se casó. Unieron sus vidas el 13 de febrero de 1865 e inmediatamente partieron hacia Paris, Francia, de luna de miel. Pero no siempre los viajes al exterior de la familia Tió-Rodríguez fueron de placer.
Del hogar de los Tió-Rodríguez al exilio
A Puerto Rico (extracto)
Después de ausencia tan larga
vengo a contemplar tu cielo,
para calmar el anhelo
que a veces mi vida amarga. -Lola Rodríguez de Tió
Tanto Lola y Bonocio convirtieron su matrimonio en instrumento de lucha contra los abusos del imperio español y comenzaron a buscar en pareja que Puerto Rico fuera un país independiente. Todas las noches Lola celebraba concurridas tertulias en su hogar. Hasta allí llegaban intelectuales liberales y separatistas, tales como Eugenio María de Hostos, Luis Muñoz Rivera, Trina Padilla de Sanz, José de Diego y Manuel F. Rossy, quienes buscaban para su país la igualdad, la libertad y la fraternidad inspirados e inspiradas en los principios de la Revolución Francesa. Así también un mayor desarrollo tecnológico para alcanzar una soberanía económica, mayor acceso educativo para la mujer y el hombre por igual en conjunto con mayor equidad social.
Durante los primeros 10 años, el matrimonio acometió ciertas acciones políticas que le valieron la expulsión del país. Para los preparativos de la insurrección separatista de 1868, mejor conocida como el Grito de Lares, el líder político Ramón Emeterio Betances pidió a Lola que escribiera un himno revolucionario. Para la danza Bellísima trigueña del sangermeño Félix Astol Artés, la poeta escribe una letra abiertamente subversiva que convocaba a la gente a la lucha valiente contra España. La titula La Borinqueña. Afirma el Dr Benito Gaudier citado por Martín Travieso, en el libro Mayagüez, notas para su historia de Silvia Aguiló Ramos, que Lola escribió la letra en su casa de la calle Méndez Vigo en Mayagüez y que ella misma fue quien la cantó por primera vez en público (92). Dicha letra dice:
¡Despierta, borinqueño
que han dado la señal!
¡Despierta de ese sueño
que es hora de luchar!
A ese llamar patriótico
¿no arde tu corazón?
¡Ven! Nos será simpático
el ruido del cañón.
Nosotros queremos
la libertad,
y nuestros machetes
nos la darán…
Vámonos, borinqueños,
vámonos ya,
que nos espera ansiosa,
ansiosa la libertad. ¡La libertad, la libertad!
Una vez controlada la insurrección, el himno fue prohibido por las autoridades coloniales, quienes estaban muy atentos a los pasos que daba la autora de su letra. Así también Lola dio su primer discurso para desarrollar conciencias libres en 1873 durante una graduación en Mayagüez. De 1875 es su famoso artículo ¨La influencia de la mujer en la civilización¨, publicado en el periódico sangermeño el Eco de Las Lomas según demuestra Yamila Azize en ¨La educación de la mujer, entre cacerolas y costureros (1900-1918)¨ de su texto La Mujer en la lucha, segunda edición:
(sobre la mujer) ¿Por qué pues, se la quiere condenar a que permanezca envuelta en las eternas sombras de la ignorancia? ¿Por qué no romper las trabas que se oponen al desarrollo de su inteligencia y a la elevación de su espíritu? ¿Por qué emplear en ella el frívolo lenguaje que la humilla y la posterga a la ineptitud? (12)
Y en 1876 publicó su primer poemario titulado Mis cantares. En el prólogo del libro Bonocio criticó ácidamente el abandono cultural que tenían con Puerto Rico las autoridades españolas. Es así como el gobierno español no toleró más a la familia Tió-Rodríguez y en 1877 los obligaron a abandonar la Isla. Así inició su vida en el exilio.
El exilio: Venezuela, Cuba, Nueva York, Cuba
El estudiantado puertorriqueño puede aprender el concepto exilio a través de esta etapa en la vida de Lola Rodríguez de Tió. Este es el momento donde nuestra poeta y líder separatista, no obstante a la educación recibida, a venir de una familia relacionada por la línea materna al primer gobernador español de Puerto Rico y a que su padre fundara el Colegio de Abogados, tuvo que salir obligatoriamente de su Isla e incluso morir fuera de ésta. El exilio consiste en la expulsión o salida compulsoria de una persona del lugar en el que reside o de su tierra natal, generalmente ocurre por razones políticas en gobiernos totalitarios. También se les considera a las personas exiliadas como expatriadas. Cuando las causas que hayan obligado a las personas a salir de su país ya no existen o cuando las leyes se enmiendan entonces pueden regresar. En el caso de Lola y su familia, los cambios de gobernadores que experimentó la colonia puertorriqueña produjeron que regresara y tuviera que salir nuevamente.
Es así como la familia Tió-Rodríguez una vez desterrada, -decretado por el gobernador Segundo de la Portilla-, se radicó en Venezuela, donde por sus acciones culturales y políticas la poeta fue condecorada con la “Orden del Libertador”.Allí también fue madrina de la boda del líder separatista Eugenio María de Hostos y la cubana Belinda de Ayala. Este primer destierro duró hasta 1880, según detalla la biografía del autógrafo de nuestra prócer sangermeña.
Desde 1880 hasta 1889 la familia permaneció en Puerto Rico, radicada nuevamente en Mayagüez. Bonocio funda tres periódicos donde difundía el pensamiento liberal separatista. Lola por su parte, continuó escribiendo poemas y fundó la revista anual La almojábana el 24 de diciembre de 1881. Ésta revista literaria se publicaba cada noche buena, la editaba su esposo Bonocio y sus redactores eran el periodista y ensayista José María Monge quien usaba el pseudónimo Justo Derecho, el poeta Carlos Peñaranda, Carlos Casanovas, José Espinosa y el periodista Don Mario Braschi. En 1884 ofreció en forma de discurso, su controvertible artículo sobre la educación de la mujer, para un colegio de señoritas en Mayagüez. En este discurso cuestionó a viva voz la sujeción en la que estaba su género instrumentalizado por el gobierno español. En 1885 publica su poemario Claros y Nieblas.
Llega el terrible año de 1887 y Romualdo Palacios, gobernador español, impone el régimen de los compontes. Los compontes o emisarios de Palacios perseguían a los autonomistas. Muchos fueron encarcelados. Lola Rodríguez de Tió se activó junto a otros puertorriqueños y puertorriqueñas escribiendo cartas a España para lograr la excarcelación de los compatriotas y la destitución del gobernador. Entonces subió al poder como gobernador interino Juan de Contreras Martínez, a quien una valiente Lola pidió audiencia para defender a los autonomistas, quienes por fin fueron excarcelados, el 24 de diciembre de 1887. Para esta magna ocasión, ¨Lolísima¨, como firmaba muchas veces, compuso su poema “Nochebuena”.
Noche Buena (extracto)
Noche en que el amor los lazos
con bendiciones estrecha;
y se derrocha el contento,
y arde la sangre en las venas,
y en los benditos hogares
a Dios se adora y venera,
al Dios de paz que perdona
a los mismos que lo niegan:
¡al Dios que ampara al cautivo
y a los tiranos condena! –Lola Rodríguez de Tió
Pero cuando el gobernador Pedro Ruiz Dana subió al poder, inició un nuevo periodo de represión contra el sector separatista. Es así como la familia Tió-Rodríguez se exila nuevamente, esta vez en Cuba. Allí fueron recibidos como compañeros de lucha contra el régimen español. Lola fue inspirada por dicho momento y escribió su famoso poema titulado ¨A Cuba¨, el cual contiene el inmortal verso: Cuba y Puerto Rico son, de un pájaro las dos alas, reciben flores o balas sobre un mismo corazón. Sólo pudo regresar a su país en 1892 porque Doña Carmen, su madre, había fallecido y el gobierno permitió su visita por razones de caridad.
Allí en Cuba, Lola se activa contra el imperio español. Estalla la Guerra de Independencia y por su apoyo a los independentistas cubanos es expulsada del país junto a su familia. Esta vez llegan a Nueva York en 1896 y de inmediato comienza a trabajar con el Partido Revolucionario Cubano para obtener la independencia de las Antillas, con énfasis en Cuba y Puerto Rico. Se activó recaudando fondos para el ejército cubano y enviando medicinas para las personas heridas durante el conflicto separatista. Por su gesta, el 8 de octubre de 1896 fue homenajeada en el Chickering Hall de Nueva York y en 1897, fue nombrada presidenta honoraria del club revolucionario Rius Rivera.
Luego que los mambises ganaron las batallas en los campos de Cuba y que Estados Unidos ocupara Puerto Rico, Lola regresa con su familia a Cuba en 1899, isla que su vida de exilada llevó a considerar su segunda patria. En 1905 muere, luego de 59 años de matrimonio, Bonocio. Se retira unos años para asimilar su nueva etapa y en 1910 comienza a trabajar mano a mano por la educación de Cuba como supervisora de escuelas. Desde la isla de Martí visita otros países, tales como España y hasta el mismo Puerto Rico donde su calibre como poeta revolucionaria provocaba que multitudes la recibieran.
En 1924 fallece nuestra Lolísima. Si bien conocemos su gesta y su poesía durante su exilio político, poco sabemos de sus cartas. Lola refleja que la mujer puertorriqueña fue mucho más en la historia del siglo 19 que lo que hasta ahora se ha publicado, que se vio en los mismos peligros y azares que los varones sumergidos en las luchas políticas, sociales y culturales. En este mes de los estudios sociales y la historia, nuestros estudiantes pueden exponerse a algunas de sus cartas allá en la casa de San Germán y aprender un poco más de nuestro desarrollo como país pero esta vez visto desde el exilio.