Ana G Méndez, pionera de la televisión universitaria
La educadora Ana G Méndez, nacida en Aguada en 1908, es parte de la historia de la televisión puertorriqueña. Desde siempre fue innovadora en todas sus propuestas para la educación superior. Es conocido que se casó muy joven con José Méndez Rivera con quien se convirtió en madre de tres vástagos. Dicho compromiso maternal la llevó a estudiar de noche para terminar su diploma de escuela superior en la Central High y no es hasta los veintisiete años que termina su BA en Educación Comercial de la Universidad de Puerto Rico en 1940.
Su trayecto le mostró que había otras mujeres y hombres como ella que necesitaban una universidad que ofreciera cursos en horarios nocturnos para poder estudiar, mientras por el día trabajaban. Así que, a un año de graduarse, en 1941, funda el Puerto Rico High School of Commerce. A partir de este momento despegó una jornada empresarial educativa con ofertas innovadoras, que la llevó a crear en 1949 el reconocido Puerto Rico Junior College, el cual ofrecía carreras de dos años. Su creación permitió a muchos puertorriqueños entrar a trabajar al proyecto de industrialización del gobierno de Luis Muñoz Marín. En 1972 abre la Universidad del Turabo, una institución de educación superior que ofrece alternativas a quienes no pueden estudiar en la universidad del Estado. Y así como los tiempos cambian y una nueva población juvenil presenta nuevas características que los llevan a necesitar nuevas formas de estudios universitarios, en 1975 la Fundación Ana G. Méndez, decide retomar la televisión educativa puertorriqueña en grande.
Centro de Estudios Televisados
En 1975, la Fundación Ana G Méndez, rompió todas las barreras y creó un nuevo modo educativo llamado el Centro de Estudios Televisados (CET) para atender a una población que, por diversas razones, no podía llegar a los campus universitarios. Si bien Ana G. Méndez se había jubilado de la Junta de Directores en 1974, el ofrecimiento educativo televisado se montaba sobre sus principios indiscutibles: ofrecer alternativas a quienes no podían llevar una carrera universitaria convencional. Doña Ana conocía muy bien la importancia de la tecnología en el aprendizaje, no sólo porque ella misma fue profesora universitaria, sino porque conocía del impacto de la División de Educación de la Comunidad (DIVEDCO), proyecto público fundado en 1949 para erradicar mediante el arte, el cine y la radio el analfabetismo. Así también había observado de cerca los beneficios que trajo al estudiantado y magisterio puertorriqueño la primera década de WIPR-TV, cuyo fuerte fue la programación educativa. Sin embargo, su propuesta iba a dar un paso adelante, ya no sería un complemento, si no que ofrecería cursos básicos universitarios con créditos, conducentes a completar un Bachillerato en Artes o BA. Los estudiantes estudiarían en sus casas y cumplirían con los exámenes convencionales asistiendo a uno de los recintos.
Es así como en su primera etapa, el CET ofreció los cursos de Humanidades, Inglés y Español básicos, así como los de Ciencias Sociales y Matemáticas. En general se ofrecían los sábados por el Canal 11-Telecadena Perez Perry y Wapa TV. Se compraban horas a estas emisoras comerciales para la transmisión de estos. Hombres y mujeres que ya trabajaban, que venían de una marcada desventaja social y que ya tenían hijos, veían las clases en los televisores de sus casas. Primero vieron los programas en blanco y negro hasta que poco a poco, al entrar la década del 80, las clases se veían a color.
Muchos adquirieron grabadores de VHS para grabar los programas en “cassettes”. Así podían estudiarlos con calma y sacar notas sobre su contenido. Otros usaron las grabadoras convencionales para grabar el audio. Los menos desarrollaron la capacidad de tomar notas durante la emisión del programa. Los niños y niñas curioseaban viendo a sus padres estudiar mediante programas que hablaban del origen de la Humanidad, sobre la Antigua Grecia, Roma, Constantinopla, imágenes de esculturas antiguas, prácticas religiosas milenarias, mapas. Muchos programas se editaban con voz de un narrador y visuales a tono con la temática correspondiente. También repetían a coro las lecciones de inglés y las de español.
En los cursos de inglés se incluían escenas dramatizadas. Actores del país trabajaban en ese programa y en otras “teleclases”. Idalia Pérez Garay, Sunshine Logroño, Luz Minerva Rodríguez, Franco Viana, Ileana Rivera Santa, Cordelia González, Sonia Paniagua, Albert Rodríguez, Laura Elena Surillo, Julio Enrique Court, Ulises Santiago de Orduña, son algunos de los intérpretes que usaron su talento histriónico y conocimiento para esta universidad en pantalla. Algunos estuvieron en sus inicios y otros fueron añadiéndose a lo largo de su existencia y sus múltiples transformaciones. La directora y dramaturga, Alina Marrero recuerda que “Ernesto Concepción hizo un especial de teatro griego, en el cual estuvo Johanna Ferrán. Me parece que en 1978 o 1979.”- comentó.
En general se completaban los primeros dos años de universidad. Varias veces al semestre se asistía a tomar los exámenes regulares por escrito a alguno de los recintos. También se ofrecían los sábados. Luego de esos primeros semestres, ya entusiasmados por el aprendizaje universitario, este estudiantado completaba los cursos restantes en la oferta nocturna de los recintos.
Canal 40
El impacto de las clases transmitidas los sábados causó un crecimiento vertiginoso en la matrícula a distancia. Así que la Fundación Ana G. Méndez, con el aval y criterio de su fundadora ya retirada, amplía sus servicios televisivos a una emisora de televisión. Su hijo, José Méndez, presidente de la Junta de Directores, intentó lo siguiente: “Yo quería que el canal fuera WANG (siglas de Ana G. Méndez), pero la FCC nos informó que esas siglas ya estaban tomadas por otra estación” (“25 años Sistema TV Canal 40”-youtube.com). Por esa razón técnica el Canal 40 recibió las siglas WMTJ-TV. Sus clases grabadas y editadas en sus estudios empezaron el 22 de abril de 1985.
El Canal 40 maximizaba con la nueva tecnología los valores éticos y educativos de Doña Ana. Se afilió a la PBS (Public Broadcasting Service), televisión pública de Estados Unidos. Amplió la cobertura de su antena en un 95% del país. Su oferta programática incluía noticias, programas de asuntos relevantes a la actualidad y las clases televisadas. Pero también incluyó programas que por razones inexplicables habían quedado fuera de los canales comerciales. Así que regresaron a la pantalla la actriz y presentadora Myrna de Casenave, el chef Henry Corona, la entrenadora y bailarina Anita Cátala, la entrevistadora y empresaria Annie Alfaro, entre otros. Un bloque para la niñez arrancó con el arraigo de Maya , la abeja, Remi y los Dulces Payasos, además, especiales musicales como el de Nano Cabrera y series dramáticas sobre ilustres puertorriqueños. El análisis político lo traía la figura cimera de Juan Manuel García Pasalacqua. Y figuras emergentes arrancaron sus carreras en el Canal 40, tales como Deborah Carthy-Deu, nuevos periodistas y presentadores. También participó doña Ana García, la primerísima maestra del ballet puertorriqueño (“25 años Sistema TV Canal 40”-youtube.com).
Esta amplia programación trazaba un camino que iba de lo pedagógico al entretenimiento. La oferta educativa mejoraba a cada paso la transmisión de sus cursos producidos con alta tecnología y creatividad. Así también los noticiarios, además de informar el día a día, fueron plataforma de un tipo de noticia que permitía conocer mejor a Puerto Rico.
El profesor Félix Huertas, docente jubilado de historia del Sistema Ana G. Méndez, reconoce al Canal 40 como el primer canal universitario de nuestro país. En entrevista con el periodista Agustín Criollo Oquero resalta el carácter pionero de este canal:
Es importante mencionar que la UAGM es la primera institución universitaria que en 1985 establece un canal de televisión en Puerto Rico, que es el canal 40, que también es una estación educativa que además de cursos televisados, heredó mucha de la programación de PBS que transmitía WIPR. Eso inició en 1985 con cursos impartidos, y comenzó con solo 112 estudiantes”, recordó el catedrático. (Endi.com, “Sabías que… de telenovela la historia de la llegada de la TV a Puerto Rico”, 29 de mayo de 2024)
Sistema TV
Muchos son los desafíos que ha enfrentado este proyecto de televisión educativa universitaria. Su próximo paso fue convertirse en Sistema TV, transmitiendo por el Canal 40 y retransmitiendo por el Canal 26. En su tesis titulada “La televisión en Puerto Rico: contexto, historia, estructura y análisis de la oferta de contenidos de las cadenas de televisión en los inicios del siglo 21” del Dr. Antonio Fonseca Delgado, también productor de televisión, explica cómo se llegó a esta etapa:
… en 1993 una aportación de la National Telecommunications and Information Administration ofrece al canal 40 y al canal 26 la oportunidad de establecer el primer y único sistema de televisión interactiva en Puerto Rico. Por medio de la televisión interactiva se emite una programación en directo o pregrabada por circuito cerrado a través de la cual se ofrecen conferencias, cursos, seminarios y talleres vía una señal corta y exclusiva.
A partir del año 2002 Sistema TV comienza su proceso de digitalización. Una donación gubernamental de 500, 000 dólares anuales, durante 3 años consecutivos, permite que el canal 40 tenga un nuevo sistema de televisión digital. A cambio de esta aportación la empresa colocó a disposición del Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico uno de sus canales digitales virtuales para uso público y libre de costo, por un término de 10 años. (103)
Esta etapa exitosa enfrentó los embates del huracán María en 2017. Luego de varios intentos, cesó funciones. Susana Marte, quien fue vicepresidenta en esta última etapa del canal, había expresado en prensa sobre la evolución de este: “Después de la globalización… la misión del canal educativo fue entonces darle una alternativa al televidente que no quiere ver lo comercial, de ofrecerle una programación de calidad, entretenida, pero con un contenido educativo”, puntualizó. Y añade: “Es importante que se mantengan porque estos canales se convierten en la voz del ciudadano y son los que realzan la cultura del país. Independientemente de todas las alternativas que tenemos, deben de permanecer”, expresó. (Primera Hora, “La televisión que educa”, 27 de enero de 2012) No importa que en estos momentos esta hazaña televisada esté en pausa, además de haberle dado paso a los cursos en línea. Es innegable que nuestra ilustre Ana G. Méndez posee en sus quilates de vida el haber provocado que el salón de clases llegara a las casas de las familias pobres y trabajadoras como precursora de la actual educación universitaria a distancia. Sin embargo, sus teleclases se distinguieron por una alta calidad como sello identitario.