Ya estamos en el pico de la temporada navideña. Si bien la atmósfera se refresca un poco, las noches son más largas y mucha gente tiene días libres, el mayor cambio ocurre en la comida y la música. Varias influencias conforman nuestra tradición culinaria y musical. Aquí en Autógrafo. Tv te ponemos al día de nuestras tradiciones para que las profundices, las transmita

Comidas navideñas

…¿dejaremos escapar cobardemente de nuestras manos el puerquito asado de Nochebuena, el arroz con melao, los pasteles de hoja, el queso, arroz con perico y demás manjares, todavía en vigor en nuestros campos? Aguinaldo Puertorriqueño

Así hablaron en el siglo 19 un grupo de jóvenes criollos nacidos en Puerto Rico que fueron a estudiar a España. Allá en su búsqueda por definir lo que eran decidieron defender lo que a su entender eran las costumbres puertorriqueñas que no se debían perder frente al costumbrismo español. Publicaron una antología de textos cortos en verso y prosa llamada El Aguinaldo Puertorriqueño (1843). Este texto constata cuán arraigada estaba la comida especial de navidad en Puerto Rico que más de cien años más tarde todavía prevalece.

  1. Lechón asado

Desde inicios de la colonización y conquista de la Isla de Borinquén los españoles trajeron cerdos que se preparaban para comer mediante asado. Como venían de 7 siglos de lucha contra el pueblo musulmán en reconquista de su territorio, enfatizaban en toda acción que les distinguiera de este pueblo. Los moros no comían cerdo por razones de su religión, por lo tanto los españoles lo comían para afianzarse como católicos. Este es el momento en que llegan a América. Como signo de su nacionalismo español trajeron cerdos en sus barcos para poblar las Antillas.

En la actualidad el cerdo se asa en vara para las fiestas familiares, generalmente en espacios abiertos y naturales. Se le hacen unos tajos por donde el lechonero o lechonera introduce su mano con el puñado de condimento necesario. Éste se prepara con sal, recao, ají dulce, ajo y cilantrillo sin agua y orégano de hoja bien pequeña. Desde la madrugada se ponen a asar puesto que hay que esperar de 4 a 6 horas durante las cuales se le da vuelta en la varita.

  1. Las morcillas

Este embutido se prepara con una mezcla compuesta de arroz blanco cocido, recao, grasa, sangre de cerdo y sofrito. Luego se rellenan tripas de cerdo muy limpias que se han hervido en agua con sal. Se enfrían y luego se fríen para las fiestas.

La literatura marca un origen de la morcilla muy antiguo. Hay menciones de ésta en la Odisea de Homero. Según nuestra historiadora culinaria Berta Cabanillas en El Folklore en la alimentación puertorriqueña las de Puerto Rico provienen de Asturias (Malavet Vega)

c) Los pasteles

Un plato muy particular entre los negros de la Costa de Oro es uno hecho con maíz seco. Ponen el grano en agua por tres días, luego lo muelen, condimentan y ponen una pequeña porción en una hoja de plátano, lo envuelven y lo hierven. (El Folklore en la alimentación puertorriqueña, Berta Cabanillas.)

Según Berta Cabanillas, con toda probabilidad este fue el origen de los pasteles boricuas, en donde las negras y mulatas sustituyeron el maíz por el plátano y se le añadió carne. (Malavet Vega) Lo cierto es que un elemento tentador en el plato navideño es el pastel sea de plátano o de yuca. Se come con arroz y carne pero cuando el hambre ataca se hierven y se comen solitos.

Muchas familias puertorriqueñas entienden que su prole debe aprender a preparar pasteles como parte del rito de la crianza. Llevan a chicos y chicas a cortar hojas de plátano o de matas de guineo que servirán para envolver el pastel. Les enseñan a pelar los guineos verdes y las yautías, que luego los rayarán con calabazas en un guayo. Todo se bate en la licuadora con un poco de leche tibia, aceite de achiote (preparado también en casa), sal y pimienta. Esta es la masa que se rellenará con tocino, jamón de cocinar, aceite de achiote, carne de cerdo magra, ajíes dulces, cebollas, dientes de ajo, pimientos verde, cilantrillo, hojas de orégano brujo, recao, tomates, aceitunas rellenas, alcaparritas, pasas, pimientos morrones y huevos duros. Todo se fríe, se rellena la masa con la mezcla frita, se envuelve en hojas de plátano o guineo, se amarran con cabuya y se hierven en olla de agua con sal.

El pastel es tan rico que mucha gente lo come solito con un poco de salsa dulce. También existe su variante de yuca para personas que desean bajar el alto contenido de calorías de esta comida tan completa.

d) El plato navideño

Todas las Navidades El Gran Combo canta “a comer pasteles, a comer lechón, arroz con gandules y a beber ron que venga morcilla, venga de toooo” en clara distinción de cada ingrediente que compone un plato típico de la época festiva. En todas las fiestas se sirve, sea para almuerzo o comida, arroz guisado con gandules, lechón asado, pastel de masa o yuca y pedazos de morcillas. A estas delicias se les añaden guineítos en escabeche. Luego de comer el plato principal se cierra la comelata con nuestros postres típicos de la Navidad.

e) Postres navideños

La investigadora Berta Cabanillas de Rodríguez nos comparte en su libro El puertorriqueño y su alimentación a través de su historia: siglos XVI al XIX que de España llega el turrón de almendras, así como la tradición de comer nueces y avellanas. Añade la investigadora que de las esclavas negras nos llegan el dulce de coco, el turrón de coco, dulce de marrallo mampostial y los besitos de coco. Esto es producto de la costumbre de dar miel o melao que sobraba de la elaboración de azúcar.

En la actualidad luego de la comida fuerte se preparan postres fríos en pequeños envases. Los más comunes son: arroz con dulce, majarete, flan, budín, almojábanas y tembleque. Los ingredientes van desde el arroz (de herencia española), azúcar, coco, canela, clavos, pasas, pan viejo, entre otros que recogen la fusión de etnias que nos componen y sus tradiciones alimentarias.

Tradición musical

El otro elemento que distingue el periodo navideño es su música particular. Varias son las expresiones que distinguen este género del arte.

  1. Trullas, parrandas o asaltos navideños

La trulla á que reuní estaba formada por jóvenes de ambos sexos, con la adición indispensable de papás, mamás y tías; había entre las chicas algunas muy bonitas, pero estas llevaban ya su caballero cada unaEl Gíbaro, Manuel Alonso

Cuando todavía Puerto Rico era un país fundamentalmente agrícola se generaba un espacio de tiempo entre el acabose de la cosecha de café en noviembre y el inicio de la zafra de caña en enero. (Malavé Vega) Las familias de trabajadores y trabajadoras usaban las tardes y noches para visitarse cantando y festejando. La composición actual de las trullas permanece como la que describió en El Gíbaro Manuel Alonso en el 1849, en el episodio que precisamente se llama “El Aguinaldo”. Él también detalla que nuestras trullas al igual que nuestra navidad usan libremente los espacios abiertos porque nuestro invierno es muy cálido.

No tardamos en llegar a la primera casa, echamos pie a tierra, y nos colocamos reunidos al pie de la escalera: una música campestre acompañó a los que entonaron el aguinaldo nuevo, cuyos versos eran de uno de los cantores, y que se reducían al saludo de costumbre a los amos de la casa y a desearles toda clase de prosperidades, si nos daban dulces, manjar blanco, buñuelos y otras mil cosas. El Gíbaro, Manuel Alonso

Cuando Alonso habla de aguinaldo se refiere a la composición musical, cuya lírica ofrece un regalo o lo pide, casi siempre con versos de seis sílabas de arte menor en un compás de dos por cuatro. Se acompaña con instrumentos típicos como el güiro, maraca, cuatro y guitarra. Coteja como ejemplo este escrito por nuestro Rafael Hernández:

Desde Puerto Rico
Yo vengo caminando
Traigo un lechoncito
Al niño rey del mundo,
Y también le traigo
De todo borincano
El mayor cariño
Y grande devoción

Como observamos los regalos son “el mayor cariño”, “grande devoción” y un ¡lechoncito! Vemos que se entremezclan las escenas de la natividad bíblica cristiana y nuestra tradición caribeña, que es otra característica de nuestra navidad diversa, donde se conjugan pasado y presente permitiendo la evolución de temas y melodías.

Así también se cantan en las trullas villancicos, de corte pastoril, cuyo nombre empalma con las personas de las villas en la edad media, de ahí su arraigo popular. Pueden componerse con cualquier compás y se distingue porque son más vocales, tienen mayor línea melódica y puede creárseles voces en armonía. Algunos de los que trascienden fronteras y épocas son : Noche de paz, El tamborilero, 25 de diciembre fum, fum, fum, Pastores venid, Hacia Belén va una burra y en Puerto Rico nuestro compositor Amaury Veray inmortalizó El Villancico Yaucano:

Yo soy Juan el verdurero,
que vengo de la montaña,
y te traigo viandas buenas,
desde mi humilde cabaña.
Al niño recién nacido,
todos le ofrecen un don,
yo, como no tengo nada,
le ofrezco mi corazón…(extracto)

Cuando el asalto navideño es en grande la trulla se compone de suficientes músicos como para poder tocar los diferentes tipos de seis que conocemos en Puerto Rico. Este subgénero musical lleva guitarra, güiro, cuatro y bongó, los cuales usan compases de dos por cuatro, en dos tiempos con combinaciones sincopadas, ritmos variados, melodía y armonía sencillas, de tonos menores unos y tonos mayores otros. Son ideales para que las trovadoras y trovadores desplieguen sus talentos. Se les conoce por sus diferentes tipos: según su forma o baile se les conoce como bombeao, de controversia, chorreao, enojao, zapateao, también por su pueblo de origen como lo es el fajardeño, cagueño, cayeyano, de oriente o por su creador o persona quien más le ha divulgado Andino, Pepe Orné, Mapeyé. (Malavet Vega)

  • Concursos de trova

Por último, son muy esperadas en el periodo navideño las competencias de trova. Aunque nuestro Instituto de Cultura celebra las competencias de trova todo el año, en navidad el público no especializado las busca como parte de las fiestas. Cuando un cantante o una cantante canta en versos, se les reconoce como trovadoras y trovadores. Generalmente usan la composición poética llamada décima, específicamente la de 8 sílabas, donde el primer verso rima con el cuarto y el quinto, el segundo con el tercero, el sexto con el séptimo y el último, así como el octavo con el noveno. A la décima también se le conoce como espinela aludiendo al cura y poeta español Vicente Espinel que dio origen a la misma.

La trova es cultivada en toda Latinoamérica con diferentes nombres: repentismo-Cuba, huapango arribeño-Mexico, milonga-argentina, pero la boricua es la única utilizando el cierre de la décima llamado pie forzao. El mismo consiste en un verso impuesto con el cual toda rima debe terminar. Aquí trovadores y trovadoras demuestran su amplitud y sagacidad léxica, que les lleva a construir décimas con plena libertad que en general hablan de la actualidad pero que terminan con el pie forzao acordado. Muchas veces el público les da el pie forzao impulsando la creatividad, improvisación y la risa. Realmente la dinámica en torno a esta música campesina libera de las tensiones y preocupaciones de todo el año.

¡Te regalamos una décima para que la cantes en las trullas y por supuesto que pases feliz Navidad!

¡Sí, con Autógrafo TV!

Esta navidad bendita
De hombres y de mujeres
De la patria y deberes
Para leer yo tengo cita
Y el estrés ya se me quita
Porque veo en internet
Documentales al pie
Blogs y ejercicios tengo
¡Sí, aprendo y me entretengo!

¡Sí, con Autógrafo TV!

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