Hemos estudiado varias veces a nuestra lideresa nacional, ensayista y poeta Lola Rodríguez de Tió (1843-1924).[1] Sin embargo, no nos hemos detenido lo suficiente en su poderosa capacidad poética. Verás cómo conocerla en esta Nochebuena es el mejor momento y quizás te animes a seguirla como tu mentora en temas de la poesía.

¿Sabías que Lola improvisaba versos a la menor provocación? Tiene poemas inspirados, lo mismo que por sus hijas o por sus amigas, así como por sus sobrinos o como sus hermanas, escribe loas por otros poetas y por algunos políticos; repara su verso en el alba y en la golondrina; sus estrofas suspiran por la madre, por su padre, por su esposo y por su patria, así también, dedicados al día de los muertos, a Arecibo, a Cuba,  a Ponce, a Puerto Rico, al dilema de escribir poesía, a sentirse suya a pesar de estar lejos. Y si la provocación era fuerte, más potente se volvía su vena poética. Así que pueden imaginar cuánto escribió esta insigne puertorriqueña, quien se vio obligada al exilio; cabeza por la lucha independentista de Puerto Rico y Cuba.

Para entenderla como poeta te repasamos algunas figuras literarias que has estudiado en tus cursos de literatura, es decir recursos que usan los poetas para su escritura:

Epígrafe: frase que va luego del título para aportar mayor entendimiento del poema.

Octosílabos: versos cuya suma de las sílabas métricas da ocho. Son rítmicos, populares y sonoros.

Voz lírica: no debe confundirse con la autora. Se refiere a su persona-lidad poética.

Anáfora: repetición de una o varias palabras al comienzo de las frases.

Pregunta retórica: Se usa no para hallar respuesta si no como denuncia. General-mente contiene la contestación en sí misma.

Antítesis: Contrapone dos ideas o conceptos opuestos.

La sangermeña estudió en su hogar con la poeta Úrsula Cardona de Quiñonez. Inició sus manifestaciones públicas mostrando sus versos en periódicos y revistas. De hecho, según la investigadora Lizbeth L. Rivera López[2], fue la primera fémina de nuestro país en dirigir una revista literaria, en 1881. Esta se llamó La Almojábana. Alcanzó a ver publicados tres de sus poemarios, a saber: Mis cantares (1876), Mi ofrenda (1880), Claros y nieblas (1885) y Mi libro de Cuba (1893), junto al poderoso cuadernillo A mi patria en la muerte de Corchado (1885). No obstante, es una poeta a quien le bastó dar a conocer un puñado de composiciones claves para quedar en la cima de la lírica puertorriqueña. Estos se titulan: “La Borinqueña”, “A Cuba”, “La vuelta del pastor”, “A mi esposo ausente”, “El arpa hebrea”, “¿Poeta?”, “La vuelta a mis Lomas”, “Mercedes”, “Autógrafo”.

Poeta romántica.

A Lola Rodríguez de Tió suele clasificarse como poeta perteneciente al Romanticismo. Este movimiento gusta de romper las reglas estrictas sobre cómo se escribe poesía, se resaltan las pasiones, la búsqueda de libertad, se exalta la individualidad, la imaginación, se mezclan estilos y sobresale la emotividad. Sin ser una mujer soberbia, apostaba a que cada ser humano aportaba al colectivo desde una fuente irrepetible y debían distinguirse sus cualidades. Este principio lo aplicaba a ella misma creando el aumentativo de su apodo, Lolísima, para firmar sus poemas y, como vimos arriba, reconoció desde la metáfora la naturaleza única de mujeres, hombres, pueblos y criaturas en general. El frenesí por la vida y por la libertad son los hilos conductores de su lírica.

Otro rasgo del Romanticismo es el tema histórico y la verosimilitud. Como habrás estudiado en su autógrafo (https://autografo.tv/lola-rodriguez-de-tio/), Lola fue pieza clave en la liberación de los autonomistas e independentistas apresados por el gobernador español, Romualdo Palacios, regente degenerado y falto de cordura. Encerrados en la cárcel del Morro recibían torturas, conocidas también como compontes, sólo por sus posturas políticas y no porque hubieran violado las leyes. Se escribieron muchas cartas al gobierno pidiendo su excarcelación, se les ayudó subrepticiamente enviando alimentos; en todo nuestra poeta fue puntal con su verbo. Cuando Palacios fue destituido, lo suplantó el gobernador Juan Contreras. Lola habló directamente con él y alcanzó la libertad de los compañeros el 24 de diciembre de 1887. De esta temporada navideña, agria y dulce a la vez, escribió su vibrante poema “Noche buena”

La Nochebuena se vuelve un poema

El poema “Noche buena” asume con armonía los versos octosílabos anunciando buen ritmo, pero a la vez posee una rima totalmente libre como su autora. Inicia con un epígrafe, que es un viejo cantar español. Este establece el tono festivo: Sube, sube campanero/ a la torre de la iglesia / y repica las campanas / que esta noche están de fiesta / los ángeles en el cielo / y los hombres en la tierra.

Lola divide el poema en cuatro partes, que asemejan a una narración reflexiva sobre la Navidad puertorriqueña, época que se celebra, a pesar de la opresión del gobierno, en la población puertorriqueña de fines del siglo 19.  Con rima libre, la primera estrofa utiliza la anáfora, repetición de una palabra, para ir creando las diferentes imágenes de la víspera de Navidad. Es por esto por lo que se repite la palabra “noche”, la conjunción “y”, junto a la preposición “de” y a la preposición “a” (integrada en la contracción “al”). La noche es de memorias dulces, amor, adoración a Dios, de júbilo, gracia a pesar de la pobreza. Ese contenido evoluciona a reconocer que esta noche es también de suspiros por los ausentes, exiliados o fallecidos. Queda establecida que la alegría del momento camina junto a la tristeza.

 I

Noche de dulces memorias
de gratas reminiscencias
de regocijo y de zambra
de expansiones y quimeras.

Noche en que el amor
los lazos con bendiciones estrecha
y se derrocha el contento
y arde la sangre en las venas.
y en los benditos hogares
a Dios se adora y venera
al Dios de paz que perdona
a los mismos que lo niegan
al Dios que ampara al cautivo
y á los tiranos condena

Noche en que el júbilo cunde
Por la ciudad y la aldea,
y se adornan con claveles
y con rosas las doncellas

Noche en que la gracia abunda
en medio de la pobreza
cuando está tranquila el alma
y tranquila la conciencia

Noche en que el bueno suspira
por el que lejos se encuentra
desterrado de la patria
solo en extraña ribera.

Noche en que la mente ansiosa
busca á través de las nieblas
todos los seres queridos
que le ha robado la ausencia
unos tras lejanos mares
otros tras la sombra eterna
seres que nunca se olvidan
en esas íntimas fiestas.

Noche de luz en el cielo
noche de amor en la tierra
Suenen, suenen las campanas
que esta noche es Noche buena

En la segunda estrofa crea el drama repitiendo la pregunta “¿Por qué?” y en menor grado la conjunción “y”. Es decir, repite el recurso de la anáfora con una pregunta retórica y el uso de la conjunción. Este genera un efecto de reclamo típico de la escritura de esta valiente y justiciera mujer, junto a las preocupaciones sociales características del romanticismo. Con gran talento para lo sugerente su voz lírica cuestiona la tristeza de las familias puertorriqueñas

II

¿Por qué están los corazones
llenos de amarga tristeza
y de luto sólo visten
los hogares de mi tierra?

¿Por qué no reina el contento
ni las expansiones tiernas
y en los benditos hogares
sólo se llora y se reza?

¿Por qué si brilla la luna,
melancólica se muestra
y recatada aparece
en la sombra de la pena?

¿Por qué, por qué en todas partes
el silencio sólo reina
y están los semblantes tristes
y la soledad nos cerca…
y el pueblo como otras veces
esta noche no se alegra
celebrando el nacimiento
del Hombre-Dios
que a la tierra viene
a redimir esclavos
viene a quebrantar cadenas
y á humillar a la injusticia
que a la inocencia condena?

En este mismo segmento, al drama planteado en las preguntas anteriores, le acompaña la fuerza de las familias sufrientes. Uno de los rasgos más sobresalientes de nuestra poeta es que a pesar de hablar en todos sus escritos sobre las desgracias y dolores de su país junto a los propios, siempre recuerda la fuerza interior idónea para superarlos. Usa la antítesis: “Ojos nublados-tranquila conciencia”.  Añade al sentido de la estrofa una nueva versión del epígrafe. En esta el campanero es invitado a bajar para que repare en la tristeza que hay en los hogares, una que brota del alma sincera y que, por eso, puede superar lo que le aqueja.

Nublados están los ojos,
más tranquila la conciencia
porque el llanto que derraman
ni empequeñece ni afrenta
porque no mana del odio
ni en roja sangre se mezcla.

Brota del fondo del alma
como enérgica protesta
contra la injusticia estéril
que amargo fruto cosecha.

Nublados están los ojos
y tranquila la conciencia,
pero desiertos y mudos
los hogares de mi tierra.

Baja, baja campanero
de la torre de la iglesia
que esta noche están de luto
las campanas y no suenan.

El tercer segmento, compuesto por una sola estrofa, muestra una voz lírica que desea pronunciarse sobre la capacidad profunda del pueblo puertorriqueño, apto para sobreponerse a la opresión, maltrato y desgracias causados por el gobierno y sus seguidores. Esto debe lograrse sin personalismos; siempre de forma colectiva y organizada. Advierte que las venganzas particulares no son la respuesta.

Cabe recordar, que la población puertorriqueña compartía la tierra con españoles incondicionales a su país y otros extranjeros igualmente fieles a esa España oficialista. Llegaron por grupos a raíz de la imposición de la Cédula de Gracia de 1830. Para incentivar su presencia en Puerto Rico y así un supuesto desarrollo económico, se les concedieron exenciones contributivas extraordinarias, que no se concedieron a las familias nativas.

Es 1887, el país está saludablemente dividido entre incondicionales extranjeros y autonomistas-independentistas oriundos de Puerto Rico. Se han acumulado afrentas por años. Con la repetición del “si condicional” reconoce que estos extranjeros se han comportado como fieras asesinas contra el pueblo puertorriqueño. El poema llama a no caer en la trampa de la venganza privada.

III

No hay que pensar en venganza
que la venganza es flaqueza
y el valor de un pueblo honrado
con grandes hechos se muestra.

Si hay hombres… ¡míseros hombres!
más salvajes que las fieras
que no tienen corazón
porque lo tienen de piedra
y aborrecen por instinto
sin que nada los conmueva
y ni a la virtud perdonan
ni la inocencia respetan.

Si es verdad que existen seres
que esclavizan las conciencias…
nuevos Caínes que humillan
al débil que se doblega…

No han de faltar corazones
que rechacen tal afrenta
ni voces que no proclamen
la derrota de la fiera.

                El poema mismo se revela como aliento para las almas en comunión de pensamiento. Interpela a la esperanza en la justicia, que como sabemos es construida por el pueblo mismo tomando acciones concertadas. Un ejemplo reciente de lo anterior es la excarcelación de los presos políticos de la cárcel en el Castillo del Morro. Invita a celebrar ese triunfo con máxima alegría. En conjunto se batalló hasta lograrlo, motivo suficiente para conmemorar el triunfo.

IV

Ya alentadas nuestras almas
y en comunión las ideas
tengamos fe en la justicia
que, aunque tarde siempre llega…
y al surgir tras larga sombra
la luz parece más bella.
Alégrense los hogares
haya paz en la conciencia
que fue siempre la alegría
de la virtud compañera
y hay que celebrar el triunfo
de la justicia en la tierra.

Ya la luna con sus rayos
las altas cumbres blanquea
y las auras y las flores
con blando rumor se besan
y de notas cadenciosas
el puro ambiente se se puebla
los ecos por el aire
van repitiendo la nueva.

-Ha nacido el hombre Dios-
el Dios de amor y clemencia
que ha de sembrar la semilla
en los campos de Judea
para que el árbol fecundo
de la libertad florezca
y el hombre tenga por patria
á la humanidad entera.

Suenen las campanas suenen
que esta noche es Noche buena
noche de amor en el cielo
y de júbilo en la tierra.

Poeta honesta, no niega la tristeza que se puede sentir durante las fiestas navideñas. Sin embargo, sus imágenes retratan la naturaleza humana, la del ser puertorriqueños, a quien le admira su valeroso talento para combatir la tiranía y superar los estragos que esta pueda dejar en el ánimo.

Así debe ser hoy, en esta Navidad acepta que has ganado batallas. Haz poesía sobre ellas. Son una gran fuente de inspiración. Quizás te hayan dejado con un agotamiento punzante, pero agárrate de tus fuerzas internas y repite con nuestra poeta:

 …haya paz en la conciencia
que fue siempre la alegría

de la virtud compañera
y hay que celebrar el triunfo

de la justicia en la tierra.
Este extracto puede ser el epígrafe de tu poema.

¡Qué tengas una Nochebuena Lolísima!


[1] https://autografo.tv/lola-rodriguez-de-tio-en-el-exilio/?fbclid=IwY2xjawGlcmtleHRuA2FlbQIxMQABHYwKPaSQjYCkNHvZRQ5RA5qk0KHvmD-7mDAqk9JUGWRA50uCPvxABQuiMQ_aem_vliEsKFwZ0Aek6dSsZcu7Q

[2] https://www.researchgate.net/publication/279092810_La_Eterna_Lola_de_las_Lomas

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