Myrta Silva y la sencillez de sus figuras retóricas
La música popular es una herramienta única para asimilar con placer las figuras retóricas que componen el lenguaje figurativo sofisticado de la poesía. En la adolescencia los sentimientos románticos están a flor de piel, creando un terreno fértil para que el estudiantado aprenda a reconocer y saber usar figuras literarias, tales como los símiles, metáforas, anáforas y metonimias que de manera sencilla y atrayente aparecen en las canciones de amor. Nuestro país cuenta con una cantautora que impactó el mercado musical de la década del 50, 60 y 70 en el Caribe, Sur y Centro América y las comunidades latinas radicadas en los Estados Unidos de Norteamérica, por sus composiciones musicales sencillas pero que capturaban los suspiros, los anhelos callados, el dolor y la alegría de nuestro espectro sentimental.
El misterio de la vida nos regaló a Myrta Silva. Quien habiendo nacido en Arecibo en 1924 durante el comienzo de la época dorada del bolero en la radio (1935-1965), se recordaba cantando de niña influenciada por esta música en la plaza de su pueblo, como anuncio a su brillante carrera posterior, según confesó a nuestra cantante de bolero y filin Lucy Faberí, quien lo comparte en el impactante autógrafo de Myrta Silva. Su padre Áureo Silva murió en su niñez pero su madre Aurelia Oliveras, conocida como ¨Mamá Yeya¨, fue durante su estrellato el dulce pálpito que la mantenía azucarando los amargos riscos y pendientes que pudieran aparecer en su trayecto profesional. Cuando Mamá Yeya falleció, los testimonios aseguran que aquella mujer acaramelada empezó a secarse un poco.
Pero mucho antes de ese momento, la presencia de la madre y el talento extraordinario que de manera prodigiosa demostró desde niña, provocaron que a los 16 años compusiera su primera canción, interpretada por una de las primeras voces de aquél momento y de siempre, nuestra Ruth Fernández (1919-2012). Dicha canción se tituló Cuando Vuelvas. Lee la primera estrofa:
Algún día volverás
Con el corazón partido
Y sé que me acusarás
Que fui mala contigo
Fíjate que la frase ¨corazón partido¨ nos indica el carácter del sentimiento con el cual regresará el amante. Su sentido literal es una afección en el órgano principal del sistema sanguíneo, su sentido sugerente es la tristeza profunda de un ser humano por un despecho amoroso. La frase ¨corazón partido¨ situada en el contexto de la estrofa constituye una metáfora. La metáfora es la figura retórica o literaria que identifica algo real con algo imaginario existiendo entre ambos una relación de semejanza. Es decir cuando el órgano del corazón está afectado se parece al sentimiento terrible que provoca un problema amoroso. Esta metáfora, muy común en boleros y baladas, resulta extraordinaria para una jovencita de 16 años, sobre todo por el contexto de penas y reclamos en que se desarrolla el resto de la composición, perteneciente más bien a personas adultas.
En su próximo éxito como compositora inicia una característica típica de muchas de sus composiciones, el uso de la reiteración o anáfora. La anáfora es la repetición de palabras en una estrofa o poema para recalcar alguna idea. En 1942 compuso En mi soledad inmortalizada por Daniel Santos (1916-1992), nuestro primer gran ídolo bolerista en y fuera de Puerto Rico.
En mi soledad
Yo pienso en ti.
En mi soledad
Me acuerdo de tu amor.
Un ejemplo más elocuente de esta característica se encuentra en su composición más famosa Que sabes tú de la década del 60, su periodo más prolífero
Qué sabes tú lo que es estar enamorado.
Qué sabes tú lo que es estar ilusionado.
Qué sabes tú lo que es sufrir por un cariño.
Qué sabes tú lo que es llorar igual que un niño.
Qué sabes tú lo que es pasar la noche en vela.
Qué sabes tú lo que es querer sin que te quieran.
Qué sabes tú lo que es tener la fe perdida.
Qué sabes tú, si tú no sabes nada de la vida.
Analizar este bolero, interpretado por Olga Guillot, Lucho Gatica y Luis Miguel, nos permite comprender otra figura retórica: el símil. Éste relaciona dos términos entre sí para expresar la semejanza entre ellos. Se caracteriza por usar un nexo entre ambos términos, algunos son: “como”, “así”, “así como”, “tal”, “igual que”, “tan”, “semejante a”, “lo mismo que”. Veamos la primera estrofa de Que sabes tu:
Tú no sabes nada de la vida.
Tú no sabes nada del amor.
Eres como nave a la deriva
que va por el mundo sin amor.
Los dos términos son el pronombre personal en segunda persona ¨tú¨ que aquí se encuentra tácito o invisible, junto a la frase o también metáfora ¨nave a la deriva¨, es decir ese tercer verso asemeja al amante como una embarcación sin rumbo fijo, lo cual a su vez se refiere a una persona sin trayecto definido. La partícula de enlace es ¨como¨, muy común en la construcción de símiles.
No obstante a estas composiciones apasionadas, Myrta gozó en su vida personal de un humor genuino, de la sabrosura del chiste, la parodia y la broma. Radicada en Nueva York con su mamá, en el 1939 conoce al compositor puertorriqueño Rafael Hernández Marín, quien se deslumbra por su tono vocal y la invita a cantar guarachas al Cuarteto Victoria. Este trabajo le permitió proyección internacional. Llegó a convertirse en la mejor guarachera del momento. Para inicios de 1940 pasa a cantar a las orquestas de Moncho Usera y Armando Castro. Su arraigo fue tan grande que se convirtió desde 1947 a 1949 en la artista de mayor venta en discos. Era capaz de cantar, tocar maracas, tambora, clave, bongós, logró ser la primera “timbalera” de la Unión de Músicos de los Estados Unidos y la Federación de Músicos de Puerto Rico y poner a gozar a la gente con su picardía. Es por estos dotes que a los 26 años (1950) fue contratada para cantar por la sin igual orquesta cubana La Sonora Matancera.
Era contrastante su proyección como cantante y su estilo como compositora. Como guarachera se distinguía por su algarabía mientras sus letras interpretadas por otros y otras eran boleros sobre mujeres vengando heridas amorosas, nostalgias por quereres secretos, desengaños y desilusiones. Por ejemplo, su canción Juguetes del destino vocalizada dramáticamente por Olga Guillot (1922-2010), está basada en una metonimia desgarradora. La metonimia es un tipo de metáfora donde se sustituye un término por otro pero en una relación de causa y efecto. El verso final de la canción dice:
La vida fue cruel con los dos
Mató nuestro cariño
Juguetes del destino
Eso somos tú y yo.
La expresión ¨juguetes del destino¨ sustituye el capricho cruel de la vida y su efecto sobre la existencia de los amantes.
Al escuchar los boleros de Myrta Silva se descubre cómo hablar de sentimientos desgarradores de una manera cotidiana pero llena a su vez de expresiones de gran simbolismo. Reconocemos que a esta compositora le debemos mayor reconocimiento. Puedes empezar el merecido homenaje leyendo con calma alguna de sus composiciones e identificando sus poderosas figuras retóricas. Te dejo con La lluvia está cayendo cantada por el primerísimo Gilberto Monroig (1930-1996). ¿Qué figuras retóricas contiene este bolero?
La lluvia está cayendo y yo estoy recordando
el tiempo pasado, de ayer.
Y mientras voy viviendo mi alma está llorando
pensando en todo lo que fue
Mientras llueve, recuerdo tus caricias
mientras llueve, me acuerdo de esos días
que pasamos tú y yo tan cerca de Dios
Y no puedo evitar la tristeza
Que me trae la inquietud de tu ausencia
Y me pongo a llorar de nostalgia
Y me siento morir cuando llueve
pues me acuerdo de todas tus cosas
de esas cosas tan tuyas y mías
Y me siento tan solo en la vida
Cuando la lluvia cae