¿Habrá quien ponga en duda que la vida de María Isolina Ferré no es un dechado de comprensión auditiva y de expresión oral? Tanto las maestras, maestros y estudiantes tienen muchos retos para el inicio de clases. Iniciar enfatizando la comunicación y comprensión no sólo integrará a todos los componentes del salón de clases para una mejor convivencia sino que afinará el camino para alcanzar los estándares que deseamos tengan nuestros estudiantes al graduarse de escuela superior y puedan integrarse felizmente a la educación postsecundaria y al mundo profesional. El autógrafo de Sor Isolina Ferré aplicado a la comprensión auditiva y expresión oral de los niveles elemental y secundario abrirá camino para que de forma divertida e interesante se despierte en el estudiantado su opción por escuchar, integrar lo escuchado a acciones afirmativas, participar en grupos para intercambiar ideas y resolver problemas.

Nacida el 5 de septiembre de 1914 en Ponce, cuando cumplió 21 años Isolina ingresó a la congregación de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad en Filadelfia. Luego de un año hizo votos de Pobreza, Castidad y Obediencia convirtiéndose en misionera de esta congregación.  A partir de ese momento fue traslada a sitios y grupos de gran reto. Veamos ejemplos biográficos de sus retos antes de 1968 cuando fundó los Centros Sor Isolina Ferré, que demuestran cómo escuchar con atención y luego hablar adecuadamente permite solucionar los conflictos y abrieron camino a su trabajo aún entre personas totalmente desconocidas:

1- En 1937 fue destinada a Norton, Virginia, específicamente a un pueblo minero de carbón en los Montes Apalaches. Allí impartió catequesis en condiciones muy pobres. Ese intercambio oral con los mineros y sus familias, le permitió adentrarse en su condición, en sus necesidades y tristezas. Isolina fue criada en el seno de una familia con recursos económicos. No obstante a que la gente de este pueblo minero vivía de una forma muy diferente a como fue criada, cuentan sus biografías que se puso en los zapatos de los mineros agarrada de su voto de pobreza y les despertó la esperanza. La ayudaba su personalidad transparente según testimonia Javier Arbona, quien trabajó en la Junta de los Centros Isolina Ferré en Puerto Rico: “Cuando Sor Isolina te hablaba, te miraba con aquellos ojos y tal parecía que en ese momento tú eras la única persona del mundo que le importaba”.

2- Ese mismo año de 1937  fue trasladada a Brooklyn, New York, para trabajar con inmigrantes europeos. Debía identificar quiénes eran católicos. Para lograr el puente de comunicación aprendió a elaborar censos, a través de estos se acercaba a este sector con preguntas que produjeran la información requerida. La dificultad de un censo es lograr que la gente se convenza de contestarlo. Sor Isolina lo logró, ¿cómo? Estudiando la comunidad de cerca, convirtiéndose en una persona conocida al compartir con sus integrantes, indagar sobre sus hábitos: cuándo regresan de sus trabajos, cuándo cenan y así no interrumpirles, qué día de la semana están relajados como para acceder a contestar preguntas.

3- Desde 1940 hasta 1943 laboró en Wareham, Massachusetts, con inmigrantes portugueses radicados en Cape Cod. Eran agricultores en los campos de arándanos. Allí se las ingenió para superar las barreras culturales y de lenguaje, oyendo, mirando y tomando acción. Tenía que haber escuchado de cerca las palabras en portugués que podía reconocer desde su español y de esta manera desarrollar una especie de jerga exclusiva de ellos y ella para lograr entenderse.

4- Así mismo ese año de 1943 fue trasladada a Long Island City, New York, para interactuar con inmigrantes italianos. Se le asignó predicarles sobre las Buenas Nuevas del Evangelio de la biblia cristiana. Nuevamente sólo oyendo y hablando lo necesario conoció la cultura y hábitos de este grupo trazando un plan evangelístico de éxito comunitario. El Dr. Guillermo Baralt, quien la conoció muy bien, también afirma en nuestro autógrafo sobre la manera gentil con la que se expresaba Sor Isolina alcanzando así una buena comunicación con nativos de otro país.

5- Desde 1946 a 1955 estuvo en Puerto Rico interviniendo con los conflictos de los trabajadores de las salinas en Cabo Rojo. Al percibir detenidamente la situación, se ideó la creación de equipos de pelota cuyos nombres pertenecían a los santos católicos y de esta forma indirecta trajo la armonía al pueblo.

6- En 1958 es convocada nuevamente a la ciudad de Nueva York. Allí se le indicó trabajar en el Medical Community Center, un centro comunitario para ofrecer tutorías, deportes, artes pero en medio de terribles disputas entre bandas africano-americanas y bandas puertorriqueñas. Isolina Ferré aplicó lo mejor de sí, escuchar, proponer e integrar hasta mediar en las disputas sin violencia.

En el marco del inicio de clases quiero invitarte a unos juegos teatrales especializados en desarrollar la comprensión auditiva y la expresión oral. Las guías del magisterio poseen un sinnúmero de actividades para alcanzar los estándares que se esperan al respecto para cada nivel, sin embargo nuestra propuesta encierra además la integración de los grupos, la creatividad y el juego como herramienta de aprendizaje. Los teóricos para estos juegos teatrales son el brasileño Augusto Boal en su libro y proyecto Teatro del oprimido y la puertorriqueña Rosa Luisa Márquez en su libro A-Saltos

A- El cuento sobre la vida de María Isolina Ferré.

Luego que vean el autógrafo de Sor Isolina Ferré el grupo reconstruirá su historia con la creación de un cuento colectivo. El maestro o maestra lo inicia con una oración incompleta que puede ser la siguiente: ¨El día que Sor Isolina cumplió su sueño de llegar a Filadelfia tenía 21 años, venía de una familia pudiente pero decidió ingresar a la congregación de las Siervas de María donde su vida sería totalmente diferente porque…¨ Si es con niños más chiquitines use palabras accesibles a ellos: ¨El día que Isolina pudo hacerse monjita venía de un papá con mucho dinero pero al unirse a las otras monjitas decidió ser….¨ En este punto la maestra señala a una estudiante que continuará la historia con lo que recuerde del autógrafo y este blog. Debe invitarla a ser libre, creativa y dramática. En el caso de los más pequeños la maestra debe ayudarlos con algunas preguntas de apoyo.

En el punto culminante el maestro interrumpe y señala a otro estudiante para que continúe el cuento colectivo. Cuando todos hayan participado, el maestro divide el grupo y cada grupo crea el cuento de Sor Isolina nuevamente y a gusto. Es el momento de lanzar ideas, pulir el material y decidir en grupo qué parte dirá cada quien y solucionar el final del cuento. Luego un grupo se lo narra al otro y viceversa.

B- Frases de Sor Isolina Ferre

La página oficial de los Centros Sor Isolina Ferre provee una serie de pensamientos que pronunció la ponceña. Hemos escogido tres bajo el renglón del servicio para que el estudiantado a base del documental combinado con sus experiencias personales las explique. Las frases escogidas son los siguientes:

1- Servir es nuestra manera de hablar.

2- No importa lo que se hace, sino el amor con que se hace.

3- Hago, por lo tanto puedo.

El maestro y maestra tendrá un reloj con segundero, un cronómetro o un reloj arena. Lo importante es que sea de un tamaño que resulte visible a todas y todos. Escogerá a un alumno al azar y le dirá la frase. El estudiante tiene un minuto para explicar  inmediatamente la frase con el requerimiento de que debe terminar su alocución con la misma frase como pie forzao ¨Y por eso servir es nuestra manera de hablar (o la frase que le haya tocado¨)

Sólo escuchando atentamente y expresándonos de forma adecuada podemos construir un proyecto de vida como Sor Isolina.

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