La actriz encarna a la recordada misionera, cuya obra mantiene vigencia a través de los
centros que llevan su nombre.

Por: Rosalina Marrero-Rodríguez

Fotos y video: Vanessa Serra Díaz

Es posible encontrar un parecido físico entre la misionera Sor Isolina Ferré Aguayo (Ponce,1914-2000) y la actriz Georgina Borri.

Ambas son de tez blanca y ojos tan claros como el agua que bordea las costas puertorriqueñas. El tono de voz y la firmeza en la defensa de sus convicciones son otros puntos de encuentro entre estas mujeres con vidas muy distintas, que por primera vez se volvieron una como parte del pódcast “Autógrafo al día”. Borri fue escogida para representar a la fundadora de los Centro Sor Isolina Ferré como parte del proyecto de Autógrafo.TV y la experiencia, desde el proceso de estudio hasta llevarla a escena, le resultó sobrecogedora. La actriz no contuvo la emoción al apalabrar el valor que la religiosa identificaba entre sus coterráneos, especialmente entre los más desventajados.

“Nunca la vi en persona, las veces que la vi fue en televisión, como parte de algún trabajo o algo, pero sí era una persona de mucha admiración para la mayoría de la gente. En mi familia son católicos, pero también he encontrado que ella arrastraba gente de todas las maneras de pensar”, destacó la artista, cuyo obra social le mereció múltiples galardones internacionales, entre éstos la Medalla de la Libertad, otorgada en 1999 por el presidente Bill Clinton.

La interpretación de Borri para este trabajo artístico la ubicó en dos momentos en la vida de “El Ángel de la Playa”, como nombraban a la monja de la Congregación de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad: el primero, en su disyuntiva sobre si ir o no a recibir la Medalla de la Libertad, y el segundo, en su trato con sus semejantes.

“Ella estaba indecisa si la acepta o no la acepta, porque ella no puede estar yéndose para Washington (DC) a buscar una Medalla de la Libertad cuando su libertad ha sido lo que ha hecho toda su vida”, detalló.

Expresiones, como “Tú sirves”, “Tú eres hijo de Dios”, fueron parte del libreto escrito por la dramaturga Anamín Santiago para esta representación, y el sentido de humanidad que carga cada una de estas frases, estremeció a la actriz. “Me provocaba el llanto. Entonces cuando me comuniqué con Anamín, que es la que nos ha estado dirigiendo, le digo, ‘Con el primero no tengo problema, lo puedo decir de una tirada, pero con el segundo, me pongo a llorar y me pongo a llorar y daño el personaje porque no la visualizo a ella llorando’”.

Otro aspecto que retó a la intérprete fue captar la suavidad que denotaba Sor Isolina Ferré Aguayo en su gestualidad. Su vocación de servicio y amor al prójimo se manifestaba en la delicadeza de sus palabras, gestos y movimientos.

“Soy una persona extremadamente expresiva en la cara y sobre todo en el área de la mirada y ella es una persona muy parca, muy correcta, y nunca me he destacado por ser la persona más correcta ni la persona más despierta. Yo nunca entiendo nada. Entonces, se me hizo un poco difícil bajar la intensidad de la cara”, compartió Borri. “Tiene que haber habido una fuerza interior para lograr unas cosas que no se reflejaban en su expresión, ni en la mirada siquiera”, sostuvo.

La obra social de Sor Isolina Ferré, hermana del gobernador Luis A. Ferré (1903-2003), se basó en brindar a individuos y comunidades las herramientas para autogestionarse con iniciativas y proyectos que les permitieran satisfacer sus propios intereses y necesidades. Esto incluyó programas deportivos, bellas artes, costura y fotografía, entre otros.

Este artículo es parte del pódcast “Autógrafo Al Día”, del proyecto Autógrafo.TV, producido por Astra Studios.

¡Comparte con tus amigos!

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Telegram
Email