Sonia Valentín resalta la intensidad y capacidad artística de Sylvia Rexach
Por: Rosalina Marrero-Rodríguez
Fotos y video: Vanessa Serra Díaz
Intensa. Apasionada. Fuerte. Poética. Bohemia. Son muchos los adjetivos que se pueden utilizar para describir a una de las compositoras más prolíficas de Latinoamérica, Sylvia Rexach (1921-196, San Juan). Sus composiciones son un deleite de poesía, pasión y fuerza; son testimonio claro de una mujer adelantada a su época.
Sylvia Rexach identificó su aptitud para las artes siendo estudiante en la Escuela Superior Central en Santurce y desde ahí comenzó a cultivar la música a través de la composición y la instrumentación. Ingresó a la Universidad de Puerto Rico para cursar un bachillerato en pre legal, pero el servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial, la apartó de los estudios.
Cumplido su tiempo con la milicia, se casó con William Riley, con quien procreó tres hijos. Tenía entonces 23 años. Rexach comenzó a explorar la radio como libretista, se integró a varias agrupaciones y escribió una columna para uno de los diarios en Puerto Rico.
Trasciende en sus biografías que, a partir de una decepción amorosa, adoptó una vida bohemia que cargó sus canciones de desamor, melancolía y soledad. Ella, mientras, escapaba sumergida en el alcohol.
“Me llama mucho su intensidad, su pasión, la capacidad de amar a un nivel casi surreal; lo distinta que era, porque veo que era una mujer de avanzada y distinta”, resaltó la actriz y productora Sonia Valentín, transformada en la autora de temas, como el clásico “Olas y arenas”, “Nave sin rumbo”, “Di, corazón” y “Matiz de amor”.
“La intensidad artística, la bohemia, la capacidad de discutir temas y reunirse, era mucho más profunda y creo que ella recogía de ese ambiente todo. Incluso, hay canciones donde ella menciona palabras que hoy día dirías, (wow), incluso, dice orgía, y hoy día dices orgía y la gente brinca y salta. Imagínate entonces en ese momento, o sea que tenía que ser avanzada para atreverse a ponerlo en un papel y a decirlo con su boca de comer y a cantarlo”, subrayó la conductora de televisión. “Siento que Sylvia fue una mujer libre, dentro de la situación que vivió”.
Valentín se acercó a la historia de vida de Sylvia Rexach para encarnarla en el pódcast por estrenar Autógrafo al día, donde tuvo oportunidad de compilar aspectos personales como artísticos.
“Hacemos un recorrido casi completo; vamos de la canción ‘‘Luna sobre el Condado’, porque creo que también es la capacidad que tenía de poner en palabras sutiles -aunque usaba también palabras muy fuertes- la descripción de algo”, destacó la intérprete. “No sé cómo sería Sylvia hoy. Traté de imaginarme cuáles serían sus agendas, cómo sería su voz hoy día dentro de un mundo que cada vez se vuelve más conservador y más restrictivo”.
Rexach murió joven, apenas con 39 años. Tuvo cáncer de estómago. Sus composiciones, no obstante, la mantienen presente en la memoria colectiva del público hispano a través del repertorio de diversas figuras de la canción romántica, entre ellas, Marco Antonio Muñiz, Chucho Avellanet y Lucecita Benítez.
Este artículo es parte del pódcast “Autógrafo al día”, del proyecto Autógrafo.TV, producido por Astra Studios.